TOXINA BOTULÍNICA
La aplicación de toxina botulínica es un procedimiento donde se administra mediante inyecciones precisas en los músculos faciales específicos responsables de las arrugas dinámicas, como las arrugas del entrecejo, las patas de gallo y las arrugas en la frente. La toxina botulínica actúa bloqueando temporalmente las señales nerviosas que causan la contracción muscular, lo que permite que los músculos se relajen y reduzcan la apariencia de las arrugas. El médico utilizará una aguja muy fina para inyectar pequeñas cantidades de toxina botulínica en los músculos faciales seleccionados. La cantidad de producto utilizada y los puntos de inyección variarán según las características individuales de cada paciente, por ello la importancia de primero ser valorado por el especialista y realizar el procedimiento en manos expertas.
La toxina también es usada como tratamiento de bruxismo, manejo de asimetrías faciales.
Los resultados alcanzan su máximo efecto en aproximadamente 1 a 2 semanas. Se observa una reducción significativa de las arrugas y una apariencia más suave en el rostro.


Beneficios
La aplicación de toxina botulínica es un procedimiento donde se administra mediante inyecciones precisas en los músculos faciales específicos responsables de las arrugas dinámicas, como las arrugas del entrecejo, las patas de gallo y las arrugas en la frente. La toxina botulínica actúa bloqueando temporalmente las señales nerviosas que causan la contracción muscular, lo que permite que los músculos se relajen y reduzcan la apariencia de las arrugas. El médico utilizará una aguja muy fina para inyectar pequeñas cantidades de toxina botulínica en los músculos faciales seleccionados. La cantidad de producto utilizada y los puntos de inyección variarán según las características individuales de cada paciente, por ello la importancia de primero ser valorado por el especialista y realizar el procedimiento en manos expertas.
La toxina también es usada como tratamiento de bruxismo, manejo de asimetrías faciales.
Los resultados alcanzan su máximo efecto en aproximadamente 1 a 2 semanas. Se observa una reducción significativa de las arrugas y una apariencia más suave en el rostro.
La toxina botulínica es especialmente efectiva para suavizar las arrugas y líneas causadas por la actividad muscular repetitiva, como las arrugas del entrecejo y las patas de gallo.
El tratamiento con toxina botulínica proporciona resultados naturales y sutiles, preservando la expresividad facial y evitando un aspecto congelado o exagerado. La toxina no genera efecto de relleno en el rostro.
Las inyecciones pueden generar un poco de dolor muy tolerable, y los pacientes pueden retomar sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento.
Los efectos de la toxina botulínica duran generalmente de 3 a 5 meses. Se recomienda realizar una sesión 2 veces al año (cada 6 meses).
Es importante conocer los efectos secundarios a la aplicación y pueden incluir enrojecimiento, hinchazón y pequeños hematomas en el sitio de las inyecciones. Estos efectos son temporales y desaparecen en poco tiempo.